Una buena noche de sueño es difícil de lograr para muchas personas, pero puede ser especialmente difícil para las personas a medida que envejecen y más aún si tienen algún tipo de demencia. Investigadores en Suiza investigaron recientemente las razones del por qué..
Estudio conecta el sueño interrumpido y la demencia
La calidad del sueño de las personas con función cognitiva normal se comparó con aquellas con deterioro cognitivo o problemas de pensamiento en un estudio realizado en 580 personas mayores de 65 años de edad. En general, las personas con deterioro cognitivo durmieron más livianamente y menos, se despertaron más mientras dormían y reportaron más somnolencia general durante el día. Los investigadores atribuyeron esta falta de calidad del sueño a la apnea del sueño, un tipo común de trastorno de la respiración en el sueño en el que la respiración puede detenerse momentáneamente, lo que resulta en una caída en los niveles de oxígeno. Los hallazgos de este estudio sugieren que la apnea del sueño puede aumentar el riesgo de desarrollar demencia.
Más motivos para una buena noche de sueño.
El sueño es una parte importante de nuestra salud en general. Le da energía, mejora el estado de ánimo e incluso puede reducir la acumulación de una proteína anormal llamada placa beta-amiloide, que está asociada con la enfermedad de Alzheimer. Los adultos mayores necesitan alrededor de 6 a 8 horas de sueño de calidad cada noche.
¿Qué puede hacer?
Adhiérase a la rutina. Acuéstese a la misma hora cada noche y levántese a la misma hora cada mañana, incluso los fines de semana. Cree una rutina nocturna para relajarse antes de acostarse (por ejemplo, leer un libro o tomar un baño).
Ejercicio. Hacer ejercicio por lo menos una hora y media antes de acostarse es una excelente manera de ayudarse a dormir más rápido y obtener la mejor calidad de sueño que necesita.
Abandone los dispositivos electrónicos. Apague sus dispositivos electrónicos al menos una hora antes de acostarse e intente mantener el televisor, la computadora, los teléfonos celulares y las tabletas fuera del dormitorio. La luz que emiten estos dispositivos puede dificultarle dormirse.
Controle lo que come y bebe. Comer grandes cantidades de comida cerca de la hora de acostarse puede afectar su habilidad de quedarse dormido. Además, manténgase alejado de las bebidas que contienen cafeína, como el café, el té o los refrescos, y el chocolate al final del día. Recuerde que incluso una pequeña cantidad de alcohol, aunque puede causarle somnolencia, puede interrumpir su sueño y hacer que se sienta menos descansado por la mañana.
Consulte a su médico acerca de un estudio del sueño.
Si tiene signos de respiración con trastornos del sueño o apnea del sueño, como roncar, hacer ruidos de asfixia, dolores de cabeza por la mañana y somnolencia durante el día, es posible que desee consultar a su médico acerca de un estudio del sueño.
Si desea obtener consejos útiles sobre cómo mejorar la salud del cerebro durmiendo de la mejor manera posible, visite healthybrains.org/?/pillar-sleep.